18/07/2022
Las úlceras por decúbito o úlceras por presión son lesiones que aparecen en la piel cuando hay una presión mantenida sobre una zona de apoyo. Generalmente, aparecen en zonas de salientes óseos como el sacro, los talones o los tobillos.
Suelen aparecer en personas que tienen una movilidad limitada y pasan mucho tiempo en una misma postura. Es por ello que tienen más riesgo de desarrollar úlceras los pacientes encamados o que usan silla de ruedas.
Las úlceras aparecen primero como un enrojecimiento en la piel que puede dar lugar a una escara o costra, o bien puede abrirse la piel y aparecer tejido necrótico. Si no se alivia la presión, la úlcera va profundizando hasta poder llegar a estructuras nobles como músculo o hueso. Esta progresión puede darse en días, semanas o meses, y puede evolucionar más rápido en pacientes con un estado general más deteriorado por desnutrición, infecciones o enfermedades sistémicas.
La estrategia más eficaz contra las úlceras por decúbito es la prevención. Para ello, hay que cambiar al paciente de postura cada 2-3 horas, hay que mantener la piel de las zonas de apoyo hidratada y hay que optimizar el estado general del paciente.
Una vez que ha aparecido la úlcera es imprescindible mantener los cambios posturales para evitar que evolucione. Es recomendable que sean valoradas por personal entrenado en el manejo de úlceras para que puedan instaurar unas curas adecuadas. Las curas se suelen realizar cada 1-2 días con el fin de mantener la úlcera en el mejor estado posible. Los objetivos en el manejo de las úlceras se pueden resumir con el acrónimo TIME: